Se hizo millonaria de la noche a la mañana, pero perdió su familia

Lo que debió ser el momento más emocionante de la vida de una mujer se convirtió en una verdadera pesadilla. Ganar la lotería a menudo se asocia con una existencia resuelta, pero como ella misma experimentó, a veces el dinero no trae la felicidad esperada. En este caso, los millones que obtuvo le generaron más problemas que alivios.

Una mujer británica recibió un premio que podría cambiar la vida de cualquiera. Sin embargo, su historia dio un giro inesperado. Más allá de la suerte que supuso ganar, el verdadero costo fue perder a lo más valioso: su pareja y su familia.

La historia de Gillian Bayford y su premio de casi 200 millones

En 2012, Gillian Bayford, junto a su entonces marido Adrian, ganó el pozo mayor del Euromillones, una cifra aproximada de 200 millones de dólares. Antes de eso, ella trabajaba como empleada de limpieza en un hospital y él tenía una tienda de música en Suffolk. Con el dinero, se convirtieron en una de las parejas más ricas del Reino Unido.

Una vez que cobraron el premio, la pareja tenía grandes planes: dejar sus trabajos, comprar una casa lujosa y realizar viajes. También soñaban con donar a organizaciones infantiles y hacer nuevas inversiones. En los primeros meses, intentaron mantenerse al margen del ojo público, pero la magnitud del premio atrajo una constante atención mediática, lo cual afectó su relación.

Apenas un año después de convertirse en millonarios, el matrimonio se separó. Gillian se mudó a Escocia con sus hijos, mientras que Adrian se quedó en Inglaterra, administrando su parte del dinero por su cuenta.

La codicia los arruinó: conflictos con la familia y la pareja

Establecida en Escocia, Gillian invirtió varios millones en proyectos inmobiliarios. En 2016, creó un fondo para comprar y gestionar propiedades, pero los resultados no fueron los esperados, acumulando deudas y problemas financieros. Con el paso del tiempo, el dinero comenzó a escasear.

En paralelo, las tensiones familiares crecieron. Tras ganar el premio, Gillian había pagado deudas de su padre y hermano, les compró casas y financió negocios, desembolsando cerca de 23 millones de euros. Sin embargo, estas “ayudas” derivaron en disputas por el control del dinero y reproches que terminaron fracturando los vínculos familiares.

La vida sentimental de Gillian también estuvo llena de altibajos. En 2017, empezó una relación con un psicólogo que la denunció en tres ocasiones por agresiones físicas, lo que llevó esos hechos ante la justicia y generó bastante repercusión en la prensa. Después de este capítulo, se volvió a casar con un excompañero de escuela, lo que la puso una vez más bajo el foco de atención pública.

A veces, el gran sueño de ganar la lotería puede desdibujar la real esencia de lo que realmente es importante en la vida: las relaciones, la paz y el bienestar emocional.

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